Este proyecto recorre Marruecos a través de un viaje por carretera, buscando capturar la vida cotidiana y los paisajes más aislados del país. Entre pueblos detenidos en el tiempo, caminos sin nombre la cámara se convierte en una forma de estar presente sin intervenir. Las imágenes nacen de la observación lenta, del respeto por el ritmo de lo cotidiano.
This project travels across Morocco on a road trip, aiming to capture everyday life and the most remote landscapes of the country. Between villages frozen in time and nameless roads, the camera becomes a way of being present without interfering. The images emerge from slow observation, from a respect for the rhythm of daily life.





























